Un poco de historia
Tres veces golpeó el káiser Guillermo I el 9 de junio de 1884 sus cimientos y se dice que la herramienta se le hizo añicos. Al káiser no le gustaba el Parlamento. Había dado el visto bueno al proyecto del arquitecto Paul Wallot de mala gana, aunque no autorizaba la pesada cúpula de piedra ideada por Wallot. Y es que sería más grande que la del Palacio Real.
Tres veces golpeó el káiser Guillermo I el 9 de junio de 1884 sus cimientos y se dice que la herramienta se le hizo añicos. Al káiser no le gustaba el Parlamento. Había dado el visto bueno al proyecto del arquitecto Paul Wallot de mala gana, aunque no autorizaba la pesada cúpula de piedra ideada por Wallot. Y es que sería más grande que la del Palacio Real.
En 1894, tras diez años de trabajos de construcción, se concluyó el Parlamento y la cúpula superaba en altura al Palacio Real. El káiser, que ya por entonces era el nieto de Guillermo I, Guillermo II, montó en cólera por lo que él consideraba el “súmmum del mal gusto”. ¿Pero qué debía hacer? Muy fácil: desacreditó al arquitecto, llamaba al parlamento “Reichsaffenhaus” (la casa de los monos del imperio) y prohibió la inscripción de “Dem Deutschen Volke” (“al pueblo alemán”), que no se colocó hasta 1916.
Sin embargo, el edificio del Parlamento se conservó – y su historia a partir de entonces refleja la turbulenta historia alemana. El 9 de noviembre de 1918, el diputado Philipp Scheidemann proclamó desde aquí la república. El 27 de febrero de 1933 se originó un incendio, por causas hasta hoy desconocidas, y ardieron la sala de sesiones y la cúpula. Los nacionalsocialistas se sirvieron del incendio del Reichstag como pretexto para la persecución de enemigos políticos.
Destruido durante la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento se reconstruyó entre 1961 y 1971 de forma simplificada bajo la dirección del arquitecto Paul Baumgarten, sin la cúpula destrozada en 1945. Y tras la Reunificación alemana, la Cámara Baja decidió volver a utilizar el edificio como sede del Parlamento. Apoyándose en las enormes dimensiones históricas, el arquitecto Sir Norman Foster lo amplió y reconstruyó, convirtiéndolo en un edificio funcional y moderno. La cúpula de cristal, que provocó gran controversia y por la que se puede caminar se ha convertido en uno de los auténticos símbolos de Berlín.
Desde 1999 el edificio del Reichstag vuelve a ser sede de la Cámara Baja del Parlamento alemán.
Información y visita
Si se desea información sobre la asistencia a sesiones plenarias, charlas informativas en la tribuna del salón de plenos y visitas guiadas, hay que consultar la página http://www.bundestag.de/htdocs_e/visits .
Si se desea información sobre la asistencia a sesiones plenarias, charlas informativas en la tribuna del salón de plenos y visitas guiadas, hay que consultar la página http://www.bundestag.de/htdocs_e/visits .
La azotea y la cúpula están abiertas a diario de 8-24 horas (última admisión a las 22 horas). Se requiere reserva previa en el siguiente formulario. Es necesario inscribirse para visitar el Reichstag con un mínimo de dos días de antelación, aunque se recomienda hacerlo mucho antes en épocas vacacionales.
Hay disposición de audioguías en 10 idiomas para visitar adecuadamente la cúpula.
Acceso para discapacitados.
Desde la cúpula se pueden visualizar las preciosas vistas de los edificios y lugares significativos de Berlín (Postdamerplatz, Puerta de Brandenburgo, Catedrales, Torre de la televisión, Monumento a los judíos...).
Hay disposición de audioguías en 10 idiomas para visitar adecuadamente la cúpula.
Acceso para discapacitados.
Desde la cúpula se pueden visualizar las preciosas vistas de los edificios y lugares significativos de Berlín (Postdamerplatz, Puerta de Brandenburgo, Catedrales, Torre de la televisión, Monumento a los judíos...).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pueden dejar su comentario en este espacio: